LA EXIGENCIA DEL EQUIPO
Después de una semana tranquila, disfrutando de los niños y de las playas de Portonovo, el jueves llegamos a Ferrol para otro intenso fin de semana.
Si ya había entrenado poco, la llegada de Alberto y familia, todavía dificultaba más cualquier tipo de preparación, así que había que dejarlo todo al trabajo hecho anteriormente y las buenas sensaciones del europeo (os he dicho que soy top 10 europeo?, jeje).
El día de la Copa, y ya con Uge en la habitación, nos vamos a la reunión técnica de por la mañana. Lo único significativo era el uso de neopreno. La climatología era muy buena y, a las 12 de la mañana, la ría era como una piscina.
La estrategia era de realizar la prueba todos juntos e intentar que Oscar terminará la carrera con nosotros. Pero la Dirección Técnica estimó que podíamos pelear por el podium de la prueba Open y decidió que Uge bajara del equipo A para echarnos una mano. Esto hizo que la prueba tomará una exigencia mucho más grande y, en la bici y la carrera a pie, ya no se iba a esperar a nadie salvo que fuera necesidad.
Regresamos al hotel, comemos y cuando volvemos a Ferrol, el viento hacía que la sensación térmica fuera desapacible y que la corriente de la ría entrara en juego para la carrera.
Nos juntamos todo el equipo y nos preparamos para la salida.
La estrategia de natación era intentar aprovechar la corriente, Alberto y Oscar ayudando a Jorge y Uge, Fer y yo, llegar lo más juntito posible. Creo que se nos dio bastante bien y aunque Jorge sufrió un poquito, hizo un buen segmento y rápidamente nos pusimos en marcha con las bicicletas.
Primera vuelta algo nerviosa, reconociendo el terreno e intentando repartir esfuerzos. En la segunda intentamos organizarnos y darnos unos relevos, pero a mí me entró una sensación de asma que no me dejaba coger aliento y en todas las subidas me quedaba un poquito del grupo, aunque seguramente era que los demás iban muy fuerte, sobre todo Jorge. Gracias a los empujones de Alberto y Oscar, que lo dio todo en la bici, terminamos la bici todos juntos y con mucho ánimo.
Buena transición y ya estamos todos en carrera, aunque Oscar sabíamos que, debido a su todavía no completada recuperación, nos iba a dejar pronto. Yo sigo con los problemas respiratorios y el primer repecho no me ayuda a coger el ritmo, pero intento no desesperarme aunque le pido a Uge, Fer y Jorge, que nos iban marcando el ritmo a Alberto y a mí, que bajen un poco el pistón.
Con los empujones de Uge y los ánimos de los compañeros y familiares, terminamos las dos primeras vueltas, esperando que las buenas sensaciones del fin de semana pasado aparezcan y pueda acompañar a mis compañeros hasta el final, pero la exigencia de la bici paga factura y prefiero no penalizar a mis compañeros, que empiezan a cambiar al ritmo para llegar a meta con unos metros de ventaja.
Al final sólo pudimos ser 5º, pero el lujo de compartir carrera con estos pedazos de máquinas te lleva a un nivel de exigencia difícil de igualar en una carrera individual. Desde luego, nadie se acordó de que al día siguiente tocaba el Acuatlón y los dimos todo en carrera. Un privilegio para mí.
Después nos quedamos a ver a las chicas y a los chicos del equipo B, intentando devolverles los ánimos que ellos nos habían dado a nosotros y disfrutando viendo como defienden los colores del club en una competición que, al ser por equipos, siempre tiene un encanto especial.
Después de la carrera, la reunión técnica del Acuatlón y a recuperar fuerzas en la cena con todos los compañeros. Sin duda, uno de los momentos más especiales del fin de semana.
En breve actualizare el blog
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario