domingo, 21 de marzo de 2010

VII DUATLÓN VILLA DE ALCOBENDAS (MEMORIAL MIGUEL ÁNGEL CUCHILLO)

Voy con un poco de retraso, la mudanza me trae loco.
Como dice el título , lo mejor de todo fue la emotividad del recuerdo de Miguel y como todo el club del Ecosport estaba de entregado en este emotivo homenaje.
La mañana amenazaba lluvia y aunque durante la carrera no llovió, si que la lluvia que había caído previamente, hizo que el circuito de bici estuviera lo suficientemente peligroso como para ir con prudencia. Afortunadamente no hubo ningún percance.
La participación del club fue masiva y tuvimos un buen número de trofeos.
En la primera carrera intente seguir a Fer, con el fin de hacer la bici juntos, ya que se preveia que se iban a formar grandes grupetas, como así sucedió. Pero nada más lejos de la realidad. La primera subida ya colocó las cosas en su sitio, y me puso rápidamente en mi sitio y descolgado, de tal manera que en la segunda vuelta solo podía ver como me iban rebasando. La sensación de pesadez era brutal y en ningún momento fui capaz de coger el ritmo.
A la vista de los acontecimiento, cogí la bici con pocas esperanzas. La primera bajada intenté tomarmela con calma y de recuperación. Se formó una grupeta un poco desorganizada, así que en cuanto empezó la subida, me puse en cabeza a intentar poner un ritmo suficiente para seleccionar un poco el grupo. Nadie me daba el relevo, salvo en los últimos metros de la subida y arreando, como intentando evitar que cogieramos rueda en la bajada, cosa muy loable, si no fuera porque cuando terminó la bajada se quedaban a esperar para que volviéramos a tirar del grupo.
En fin, somos muchos y los hay para todo. Afortunadamente, salvo un compañero que rompía un poco el ritmo de los relevos, finalmente hicimos un grupo de cuatro bastante homogéneos y nos entendimos muy bien. Los anime para ver si cogíamos al grupo de Fer, que nos llevaba algo más de un minuto, pero fue imposible.
En la última subida, aunque las sensaciones eran buenas, al ver que no reducíamos distancias, me deje llevar un poco, a fin de coger piernas para la última carrera.
De nuevo empieza la carrera a la estela de Rufino que, si de normal es inalcanzable corriendo, en estas circunstancias, peor. De nuevo la temida rampa, los gemelos al cielo y a sufrir para no ponerme a andar. Por suerte, una vez pasado el repecho, recogí las pocas fuerzas que tenía y conseguí coger un "buen" ritmo en los constante sube y bajas de la carrera, que, a decir verdad, me pareció de los recorridos a pie más duros que hemos hecho hasta ahora.
En la entrega de medallas, el ya comentado emotivo homenaje a Miguel Cuchillo y a recuperar fuerzas con una hamburguesa del McDonalds. ¡ Es la tradición de Alcobendas ! jeje.
Muchísimas gracias a tod@s los animadores.
Saludos
Hasta pronto.

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