Es difícil comparar este campeonato con el del año pasado en Monforte. Lo primero es que Vigo ha sido muchísimo más duro que Monforte, pero eso le da un valor mayor, eso sí, el meternos por ese parque ha sido un infierno, todavía tengo polen y polvo en la garganta.
Una pequeña critica a la organización, desde el cariño. El circuito a pie estaba mal señalado, había muchas zonas donde la gente recortaba pasando por la hierba y en la bici tenias, con respecto a la organización, una sensación de soledad permanente, solamente roto por la continua aparición de ambulancias. El circuito de bici, con la lluvia caída y la enorme cantidad de baches y de grietas (no hay nada más que ver la cantidad de abandonos por pinchazo que hubo), se hizo bastante peligroso. Estoy seguro que Vigo tiene sitios mucho mejores para que la gente pueda participar y apoyar este deporte.
Recuerdo las palabras del Presidente en la reunión técnica acerca de la buena sintonía que hay entre la federación gallega y la nacional a la hora de preparar pruebas, pero, para mí, es una auténtica pena que, en un CAMPEONATO DE ESPAÑA (tanto de Grupos como de Elige), en una ciudad como Vigo, NO HUBIERA NADIE, aparte de l@s compañeros y amig@s de l@s participantes, y algún ciclista despistado que pasaba por allí, viendo la carrera. No he visto ni un solo cartel por ningún lado, la gente que nos veía por la calle no tenia ni idea de quienes eramos, y, para no molestar mucho, nos sacan a una carretera de un polígono practicamente desierta. Se que es complicado conseguir permisos y que nos den todo el cariño que pedimos, pero, y volviendo a las palabras del Presidente cuando decía que el duatlón no era la hermana pequeña de este deporte, si no se le da presencia y prestancia, no dejará nunca de serlo. Hay que ver como se colapso Ferrol para el último Cto. de España de Triatlon, ¡ que diferencia !. De Vigo hemos entrado y salido por la puerta trasera, o por lo menos esa es la sensación con la que yo me he quedado.
Por cierto, llevamos dos años seguidos (Monforte y Vigo), apareciendo en las fotos de la boda. Las novias deben estar super contentas de ver su álbum de fotos lleno de tíos en calzoncillos corriendo por todos los lados. Por lo menos este año, Felipe le pudo hacer una entrevista, jaja.
En cuanto a la carrera, ya desde los preparativos ha habido complicaciones. Amanece lloviendo y con un frío y una humedad de las que te calan los huesos. Yo me pongo ropa por debajo del mono y me preparo para pasar frío, y mucho, a tenor de lo que sufrimos por la mañana al visitar el circuito.
Cuando llegamos, al filo de la 2 de la tarde, un calor insospechado, y un cielo tan despejado que te invitan a quitarte toda la ropa que habíamos traído.
Así con todo, una última nube antes de dejar la mochila me hace pensar y me hace buscar los manguitos para el paporsia. ¡Vaya! me los he dejado en el hotel, gracias a un compañero que me dejo unos y que me vinieron muy bien.
Con media hora de retraso (tenían que cerrar el circuito y debía haber gente trabajando en el polígono), se da la salida a los diferentes grupos. Cuando nosotros salimos ya están todos en carrera, por lo que nos mezclamos gente que vamos en la primera vuelta, otros en la segunda, y otros en la tercera. De hecho, durante un momento estuve a punto de pillar a Cesar, que iba en su segunda vuelta.
Finalmente, por fin se van despejando los grupos y, ya con la gente que iba en mi carrera, cojo mi ritmo de carrera, que aunque tenia la sensación de poder ir más rápido, la dura cuesta del final del circuito, que teníamos que subir 4 veces ahora y 2 veces más después, me aconsejaba que fuera un poco reservon. Os pongo una foto del perfil que me ha dado el Garmin, para que veáis las subidas. Para colmo, a partir de la segunda vuelta, empiezo a notar las molestias en la garganta por el polvo y el polen, que encima iban a más. No sé porque deje en la bici la medicina para el asma, ya que en la última vuelta iba con pitos en la respiración.
Empieza la bici e intento coger un primer grupo. Muchos nervios en la primera subida, y algún valiente que subía con el plato grande. ¡ Qué locura !. Yo abandono e intento seguir a mi ritmo y entre los que vas cogiendo y se van quedando, llegamos al final de la primera subida con muchas fuerzas. A pesar del viento frontal y un poco lateral, la bajada la hago a toda velocidad y me quedo solo. Al comienzo de la segunda vuelta, empieza la lluvia y el circuito cambia radical, no tanto en la subida como en la bajada, que se hace, bajo mi punto de vista y con la precaución que me daba mi reciente caída, bastante peligrosa, por lo que utilizo el freno más de los que quisiera.
Dadas las circunstancias, mejor solo que mal acompañado, y, para ir desconfiado, mejor ir solo. Al cruzarme con mis compañeros de grupo, veo que voy manteniendo la distancia y solo soy alcanzado por uno de ellos que llevaba una bici con mucho perfil y se vio perjudicado por el viento. Por fin, en la última vuelta deja de llover y la última bajada pude incrementar el ritmo de bajada.
Os pongo el perfil de bici para que veáis lo que sale, parece tetas de vaca puestas al revés.
De vuelta al parque, me tomo otra vez la medicina por si acaso y una última mirada a mis compañeros de grupo, con los que he hecho la carrera. Somos los cuatro últimos del grupo y yo en ese momento voy el segundo con más de un minuto de ventaja sobre el tercero. Aquí esta mi carrera, a ver que tal responden las piernas. La llegada a la zona de transición, al ser en cuesta abajo y mojado, provoca que la bajada sea muy brusca y el aterrizaje de los pies descalzos con el suelo se hace dolorosísimo. El aliciente de superar al compañero de grupo, me hace salir a toda velocidad y ya en la primera bajada le sobrepaso y me doy cuenta que salvo desfallecimiento, iba a quedar delante de mi grupo.
Mi obsesión es coger un ritmo exigente pero que me permita aguantar las subidas. La primera ya la hemos subido, con bastante sufrimiento, pero la fuerte bajada, permite volver a aliviar el ritmo, y de nuevo en el parque y para mi sorpresa, sigo teniendo piernas. Me voy a por todas, y lenta, pero paulatinamente voy adelantando a un par de compañeros de otros grupos. Por fin la última subida. Voy tan crecido que intento adelantar a un compañero que llevo a 100 metros, pero las fuerzas llegaron hasta allí. Bueno, el trabajo estaba hecho y sufriendo un poco más de la cuenta al final, cruce la linea de meta con mucha satisfacción, pues las sensaciones en una prueba larga han sido totalmente positivas. Quizá podría haber hecho algo más en la bici, pero la precaución me hizo ser un poco más precavido de lo normal.
Enhorabuena a tod@s mis compañer@s por su esfuerzo y gracias a tod@s por sus ánimos. Era increíble ver a la madre de Ines caminando bajo la lluvia a lo largo del circuito de bicicleta, y animando en las zonas más insospechadas. Felicidades a Pilar por su cumpleaños y gracias por las fotos (http://picasaweb.google.es/Mildolores/DuatlonDeVigoCtoDeEspana2009##).
Ahora empiezan los triatlones y a ver si consigo aguantar las sensaciones positivas. La semana que viene a Fuente Alamo.
Saludos y hasta la próxima.
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