LA GRANDEZA DE LA COMPETICIÓN POR EQUIPOS
No me canso de decirlo, hay que fomentar las competiciones de contrarreloj por equipo. Me parece un tipo de competición que aporta una nueva visión a la estrategia del planteamiento de la carrera: el trabajo en grupo.
Este año me tocaba ser el sexto hombre de un equipo formado por Sergio Blas, Cesar, Uge, Julio Castells, Rufino y yo. Evidentemente, si me atreví a participar en este equipo es porque pensaba que mi aportación en la bicicleta iba a ser mayor que la pérdida que iba a provocar al equipo por tener que esperarme en la primera carrera a pie. Y creo que la decisión, viendo como sucedieron los acontecimientos, fue acertada.
Aunque la mañana amaneció, a eso de las 6:30, muy soleada, en cuanto que pasamos el puerto de Guadarrama, el cielo se nubló y una hora antes de la salida se levantó un fuerte frío que nos dejó literalmente helados, ¡ qué frío !. Encima comenzó una ligera lluvia que fue suficiente para empapar el circuito, haciéndolo ciertamente peligroso, sobre todo el segmento de bici.
Con más de media hora de retraso, comenzamos la carrera a pie. Como ya he dicho todo el grupo estuvo muy pendiente de mi, llevándome con el puntito justo pero siempre muy arropado y creo que a buen ritmo. Desde luego para mi fue el ritmo habitual de carrera. Y salvo porque no teníamos tracción en el pavimento que cubría la plaza mayor, donde estaba situada los boxes, y que nos hacia que los giros los tuviéramos que dar practicamente andando.
Hacemos la transición sin muchos problemas, a no ser por que Cesar y Rufino, que se habían adelantado para no tener problemas de espacio, se equivocaron de pasillo y encima les tuvimos que esperar. Eso sí, lamentable el estado de los boxes, que habían situado en un asfalto en obras y con un montón de piedras sueltas que hacían peligroso el andar descalzos por ellos.
Comenzamos la bicicleta y durante la subida que hay para salir de Medina, ya apreciamos que Rufino tiene problemas técnicos, No habíamos hecho ni un kilómetro y su bicicleta se puso a temblar con un flan, haciendo que tuviera que retirarse. Nos quedamos 5, y encima perdemos a uno de los principales valuartes para la última carrera a pie.
El circuito era llano y solo había un par de repechos. La ida se hace rapidísima, pero después del 180, nos damos cuenta de la fuerza del viento que da de cara, y hace que toda la recta de regreso se haga muy dura, sobre todo si intentamos mantener el ritmo. Sergio nos comenta que va un poco justo y que no puede entrar a relevar, así que entre nosotros 4 comenzamos a relevar con bastante fuerza, sobre todo Cesar y Julio. Uge poniendo su experiencia también estuvo bravo en su pelea contra el viento y yo por mi parte iba dándolo todo, pues este era el único sitio donde podía ayudar al equipo. Entramos en Medina para dar la primera vuelta y comprobamos lo peligroso que se había puesto el adoquin con la lluvia, y sobre todo cuando en las cuentas empiezas a ver bicicletas paradas y ambulancias. Extremamos las precauciones y volvemos a la recta fácil. Sergio intenta echarnos una mano, pero rápidamente se da cuenta que no solo no puede ayudarnos, si no que además lleva los gemelos a punto de romperse.
Eso a mi me pone en tensión, puesto que yo no pensaba salir a disputar la última carrera, pero si Sergio se rompía, evidentemente, me tocaba a mi ser el cuarto hombre. Volvemos a pelear contra el viento recuperando tiempo a equipos que habían salido algunos minutos por delante y al Valdemoro que venia por detrás y que nos había recortado la ventaja en el segmento a pie.
Realizamos la transición y salimos a correr. Mi única obsesión es ver la respuesta de Sergio a la carrera. Por suerte, Sergio se había recuperado y aunque Uge quería ir conmigo y terminar la carrera juntos, le convencí para que me demostraran de lo que son capaces. Es duro ver como tus compañeros se van alejando poco a poco, pero da gusto ver correr a tus compañeros para rematar una faena que, aunque solo lleguen 4, representan el esfuerzo de los 6 participantes.
Yo por mi parte terminé la carrera a una poco más de un minuto de mis compañeros siendo alcanzado casi en línea de meta por el Valdemoro.
La satisfacción de juntarte con tus compañeros es muy gratificante y da grandeza a este tipo de competiciones.
Luego a compartir las experiencias con el resto de equipos, El C, que le tocó sufrir los momentos más duros climatológicamente hablando y el equipo femenino, que lucharon todas juntas llegando a meta con una gran satisfacción. Enhorabuena a tod@s , sobre todo a l@s debutantes.
Gracias a la animación, que en este caso, en su mayoría eran los compañeros que habían terminado o iban a empezar y el resto de compañeros de otros equipos, que esta vez en lugar de estar a tu lado corriendo, estaban apoyandote incansablemente.
Mención especial a nuestro equipo ELITE, que escribo en mayúsculas porque son muy grandes. Sobre todo, viendo la planta y la forma de correr del resto de corredores, que al ir más separados, te das más cuenta del enorme poderío de algunos de ellos y como hay equipos que preparan especialmente, incluso fichando corredores exprofeso para esta competición. Por eso digo que me parecen muy bravos, porque dieron la cara en todo momento y se partieron el cobre de una forma muy digna. Al final consiguieron el puesto 22 de los 47 clubs que participaron. ENHORABUENA.
Ya tenemos fotos:
No me canso de decirlo, hay que fomentar las competiciones de contrarreloj por equipo. Me parece un tipo de competición que aporta una nueva visión a la estrategia del planteamiento de la carrera: el trabajo en grupo.
Este año me tocaba ser el sexto hombre de un equipo formado por Sergio Blas, Cesar, Uge, Julio Castells, Rufino y yo. Evidentemente, si me atreví a participar en este equipo es porque pensaba que mi aportación en la bicicleta iba a ser mayor que la pérdida que iba a provocar al equipo por tener que esperarme en la primera carrera a pie. Y creo que la decisión, viendo como sucedieron los acontecimientos, fue acertada.
Aunque la mañana amaneció, a eso de las 6:30, muy soleada, en cuanto que pasamos el puerto de Guadarrama, el cielo se nubló y una hora antes de la salida se levantó un fuerte frío que nos dejó literalmente helados, ¡ qué frío !. Encima comenzó una ligera lluvia que fue suficiente para empapar el circuito, haciéndolo ciertamente peligroso, sobre todo el segmento de bici.
Con más de media hora de retraso, comenzamos la carrera a pie. Como ya he dicho todo el grupo estuvo muy pendiente de mi, llevándome con el puntito justo pero siempre muy arropado y creo que a buen ritmo. Desde luego para mi fue el ritmo habitual de carrera. Y salvo porque no teníamos tracción en el pavimento que cubría la plaza mayor, donde estaba situada los boxes, y que nos hacia que los giros los tuviéramos que dar practicamente andando.
Hacemos la transición sin muchos problemas, a no ser por que Cesar y Rufino, que se habían adelantado para no tener problemas de espacio, se equivocaron de pasillo y encima les tuvimos que esperar. Eso sí, lamentable el estado de los boxes, que habían situado en un asfalto en obras y con un montón de piedras sueltas que hacían peligroso el andar descalzos por ellos.
Comenzamos la bicicleta y durante la subida que hay para salir de Medina, ya apreciamos que Rufino tiene problemas técnicos, No habíamos hecho ni un kilómetro y su bicicleta se puso a temblar con un flan, haciendo que tuviera que retirarse. Nos quedamos 5, y encima perdemos a uno de los principales valuartes para la última carrera a pie.
El circuito era llano y solo había un par de repechos. La ida se hace rapidísima, pero después del 180, nos damos cuenta de la fuerza del viento que da de cara, y hace que toda la recta de regreso se haga muy dura, sobre todo si intentamos mantener el ritmo. Sergio nos comenta que va un poco justo y que no puede entrar a relevar, así que entre nosotros 4 comenzamos a relevar con bastante fuerza, sobre todo Cesar y Julio. Uge poniendo su experiencia también estuvo bravo en su pelea contra el viento y yo por mi parte iba dándolo todo, pues este era el único sitio donde podía ayudar al equipo. Entramos en Medina para dar la primera vuelta y comprobamos lo peligroso que se había puesto el adoquin con la lluvia, y sobre todo cuando en las cuentas empiezas a ver bicicletas paradas y ambulancias. Extremamos las precauciones y volvemos a la recta fácil. Sergio intenta echarnos una mano, pero rápidamente se da cuenta que no solo no puede ayudarnos, si no que además lleva los gemelos a punto de romperse.
Eso a mi me pone en tensión, puesto que yo no pensaba salir a disputar la última carrera, pero si Sergio se rompía, evidentemente, me tocaba a mi ser el cuarto hombre. Volvemos a pelear contra el viento recuperando tiempo a equipos que habían salido algunos minutos por delante y al Valdemoro que venia por detrás y que nos había recortado la ventaja en el segmento a pie.
Realizamos la transición y salimos a correr. Mi única obsesión es ver la respuesta de Sergio a la carrera. Por suerte, Sergio se había recuperado y aunque Uge quería ir conmigo y terminar la carrera juntos, le convencí para que me demostraran de lo que son capaces. Es duro ver como tus compañeros se van alejando poco a poco, pero da gusto ver correr a tus compañeros para rematar una faena que, aunque solo lleguen 4, representan el esfuerzo de los 6 participantes.
Yo por mi parte terminé la carrera a una poco más de un minuto de mis compañeros siendo alcanzado casi en línea de meta por el Valdemoro.
La satisfacción de juntarte con tus compañeros es muy gratificante y da grandeza a este tipo de competiciones.
Luego a compartir las experiencias con el resto de equipos, El C, que le tocó sufrir los momentos más duros climatológicamente hablando y el equipo femenino, que lucharon todas juntas llegando a meta con una gran satisfacción. Enhorabuena a tod@s , sobre todo a l@s debutantes.
Gracias a la animación, que en este caso, en su mayoría eran los compañeros que habían terminado o iban a empezar y el resto de compañeros de otros equipos, que esta vez en lugar de estar a tu lado corriendo, estaban apoyandote incansablemente.
Mención especial a nuestro equipo ELITE, que escribo en mayúsculas porque son muy grandes. Sobre todo, viendo la planta y la forma de correr del resto de corredores, que al ir más separados, te das más cuenta del enorme poderío de algunos de ellos y como hay equipos que preparan especialmente, incluso fichando corredores exprofeso para esta competición. Por eso digo que me parecen muy bravos, porque dieron la cara en todo momento y se partieron el cobre de una forma muy digna. Al final consiguieron el puesto 22 de los 47 clubs que participaron. ENHORABUENA.
Ya tenemos fotos:
Saludos y nos vemos el próximo fin de semana en Peñafiel.
Hasta la próxima.